“Me enamoré de ellas cuando las vi a través del mail y tras la mala experiencia con la edición limitada de Viktor Rolf que se rompió en un golpe en mil pedazos, decidí no comprar más de cristal y tirar por el acero. Me encanta el diseño en relieve y que mantenga fresca la bebida, con un fondo de color más claro hubiera sido ideal.
Echo en falta que no tenga funda o algo que permita llevarla de forma más cómoda (como una asa, arandela de silicona en la boca que no se salga al poner el tapón, etc... porque en la mano sin más se resbala.”